Los remates de obra son las piezas que nos ayudan a dar un buen aspecto estético a nuestro proyecto, al mismo tiempo que nos sirven para proteger de los agentes climatológicos externos contra lluvia, granizo, sol, frío, humedades, etc. En este artículo hablaremos de las piezas de remate en hormigón polímero muy utilizado en la construcción en estos últimos años.
Antes de todo es importante conocer el origen del problema, como todos sabemos, el hormigón tiene su base en el cemento, elemento que tras incorporar el agua se solidifica actuando como “pegamento” del resto de componentes, áridos, finos principalmente. En el caso de hormigón polímero, este agente aglutinador es la resina, NO el cemento. Este aspecto es fundamental, pues el resultado es un producto diferente, dicho de otra manera, su ADN nada tiene que ver con el hormigón tradicional o todos los diferentes tipos de hormigones que tienen su base en el cemento, GRC o UHPC, por lo que claramente se puede decir que no son ni de la misma familia.
Teniendo en cuenta este planteamiento de base, no digo que el hormigón polímero no sea adecuado para el uso en construcción en general, digo que no es adecuado en el uso de ciertos productos y en concreto en los cubremuros o albardillas y los vierteaguas de ventana o alféizales de ventana. En este artículo os voy a intentar explicar las principales patologías que presenta para este uso.
El primer aspecto es el de su envejecimiento en obra
El hormigón polímero es un material inicialmente muy atractivo, es un material ligero, de poco grueso con un acabado “muy perfecto” liso, que no pulido, muchos técnicos esto lo confunden, pero tiene un ligero recubrimiento superficial, que al poco tiempo de estar instalado desaparece y sobre todo en zonas de sombra, cambia completamente su aspecto (1).
El segundo aspecto y más importante son las dilataciones y contracciones en obra
Como comentamos al inicio del artículo la composición principal del hormigón polímero son las resinas, estas resinas expuestas a las altas temperaturas del día y las bajas temperaturas de la noche tienen contracciones y dilataciones que hacen que la pieza dada su escasa sección “fleche”(2), a pesar de las sujeciones que hay en la parte inferior y las distancias recomendadas por los fabricantes de este tipo de cubremuro/albardilla de 5 mm de separación entre piezas, con junta sellada con masilla elástica “tipo sikaflex “ (3).
Esto hace que, al tiempo de estar instaladas, las zonas entre piezas, las juntas entre piezas, queden expuestas a la lluvia y a las humedades y que la principal función de estas piezas, que es la protección de los muros, quede entredicha y genere patologías en la obra. Estas patologías son la aparición de humedades en los muros y las fisuras y deterioro de los paramentos (4).
En el mercado existen diferentes opciones para esta función, remates metálicos, remates cerámicos, remates en hormigón prensado(DRY CAST), remates en hormigón liquido (WET CAST), remates en piedra natural, etc. Si quieres más información y una comparativa entre todos ellos. Haz click aquí.
